El temazcal es conocido como «el baño prehispánico», se considera la terapia más antigua de la medicina tradicional mexicana.
Se sabe que el temazcal estimula el sistema linfático, ayuda a desechar toxinas, ya que, al subir la temperatura arriba de 40 grados centígrados, la piel se convierte en un tercer riñón, por lo que el sistema de autorregulación del cuerpo responde, se acelera la circulación y sudamos aún más eliminando al máximo toxinas.
Durante y después del temazcal, el metabolismo del cuerpo alcanza un ritmo semejante a corre o nadar durante mucho tiempo.
Se estima que cada litro de sudor que se pierde en el temazcal es el equivalente al trabajo que realiza el riñón en varios días.
Además, tonifica la piel, actúa depurando las vías respiratorias y el aparato digestivo; tonifica el sistema nervioso; ayuda en problemas óseos, musculares y ginecobstétricos.
El vapor se crea a partir de tés herbarios vertidos sobre piedras al rojo vivo.